Con un Jack en las rocas este vuelo disfrute, existía paz y bruma; algo rico en mi sentir, estrellas en mi ser.
De cabeza a la vida con el mar aquí arriba, disfruto sonreír, viendo el cielo debajo de mí…
En una mirada se concentra el amor, en un destello el fulgor del dolor,
Pero ese sol emane en lo alto su luz, su calor,
Porque aunque obscuro el día comience a morir, el cielo parecía no quererse rendir
Y siguiendo de cerca su fallecer un cielo nacía en mis pies…
La ciudad vivaz, por la noche ver llegar, con luces un universo hizo vibrar… en mi corazón encendió un profundo soñar, que no apagaba el ardiente licor sumergido en hielo y nada más, esta noche conocí el significado de la luz, el sabor del delirio y lo poderoso que es el peligro… que al final traza un destino… la desgracia es siempre por mal lo que la angustia viene por bien, porque si un error hemos de cometer no seguir marcando el mismo compas, hay que borrar el ritornelo, ese vano pesar que tarde que temprano acabara… la vida así va y así nos hace disfrutar, como sufrir, solo hay que vivir, para no escuchar y doctrinas seguir simplemente el buen actuar y el bien pensar como el saber escuchar.
Volviendo al deleite estelar que yace debajo de mi… me queda contarles que la profundidad de la vida, en las galaxias y sus estrellas se encuentra; el gran arcano esa luz como energía, como caos, como vida esta aqui, nos esta pasando… hay que comprender este viaje cosmico.
Gracias por la noche y sus cosmicos mensajes en un wisky mientras viajo, gracias por la vida.